sábado, 26 de febrero de 2011

La comunidad china crece cada vez más en nuestro país

Ni siquiera las asociaciones de comerciantes chinos en España tienen datos precisos de cuántas empresas chinas funcionan en nuestro país. Hablan de más de 15.000. Y si hace unos quince años, cuando comenzó el desembarco masivo de población china, casi todo eran retaurantes y 'todo a cien', hoy poseen además unos 2.000 ultramarinos y más de mil almacenes para mayoristas. Casi todos los negocios se sitúan en las mismas zonas "porque nos ayudamos entre nosotros", explica X. L., una empresaria china de Madrid que pide mantenerse en el anonimato. Casi el 80% de los chinos que llegan a España provienen de la misma provincia, Zhenjiang. "Y porque así la gente ya sabe dónde estamos, no porque seamos cerrados", añade. De hecho, la clientela de las empresas mayoristas chinas es, en un 80%, española.
Su integración:
La comunidad china es considerada la menos integrada de cuantas han llegado a España. Ellos aseguran que la culpa la tiene el idioma, principal barrera para su integración. "El presidente de una Asociación de Comerciantes Chinos de La Latina (en Madrid) -explica Diana Shu, dueña de una tienda- vive en España desde 1986 y sólo sabe decir 'gracias' en español". Diana no puede evitar reírse al contarlo para después confesar que se trata de su propio tío. La mayoría de chinos que llega a España lo hace a través de amigos y familiares que ya están aquí. En realidad, se trata de un fenómeno migratorio como otro cualquiera. Los que ya están aquí les dejan dinero, les ofrecen trabajo y, en muchos casos, les alquilan los pisos. Esto hace que muchos convivan entre ellos las 24 horas, algo que obstaculiza su integración. Gladys Nieto, investigadora del Centro de Estudios de Asia Oriental, asegura que "el tipo de organización sociolaboral que tienen, donde el trabajo y el ocio transcurre íntegramente entre ellos, es la principal barrera para que se integren".
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domingo, 13 de febrero de 2011

Las fusiones acercan la Bolsa global

Nueva York y Fráncfort ultiman la creación del mayor operador mundial

La música de las fusiones vuelve a sonar en los parqués, tras cuatro años de letargo por la mayor crisis desde la Gran Depresión. Y los gestores de los mercados financieros empiezan a buscar pareja para no quedarse fuera del baile. El de Londres toma la mano al de Toronto, mientras Nueva York y Fráncfort se cortejan para crear la mayor plataforma de acciones y opciones del mundo.

Los consejos de administración del NYSE-Euronext se reúnen hoy para dar los últimos retoques a la fusión, seis días después de que el London Stock Exchange se hiciera con su rival canadiense, operación de la que nace el cuarto operador bursátil del mundo por volumen, con transacciones valoradas en 3 billones de euros.

Nueva York y Fráncfort serán juntas cinco veces mayor, y dominarán el lucrativo negocio de derivados en Europa. Es ahí donde se mueve el dinero. Y es ahí por donde podría estar el obstáculo de la alianza en el examen de los reguladores, detalle que en el pasado impidió que la oferta de la alemana prosperara frente a la del gestor de Wall Street por la francesa Euronext.En EE UU hubo hasta el momento silencio, a la espera de que se conozcan los detalles. Y eso a pesar de que los accionistas del Big Board controlarán el 40% de la entidad que nazca de la fusión, se dice, "entre iguales". El único que habló es Michael Bloomberg. El alcalde de Nueva York, que forjó su fortuna vendiendo terminales bursátiles, constata que la nueva plataforma dará "acceso a los inversores estadounidenses a Europa y viceversa, algo que otros competidores no tendrán". La misma reacción en Wall Street, donde creen que si el NYSE no forja este tipo de alianzas globales, podría quedarse estancado.

Los españoles fuman y beben menos

Las principales multinacionales destacan el impacto en sus resultados del recorte de las ventas en España.- Las subidas de impuestos prorrogan los efectos de la recesión en el consumo de estos productos

La grave crisis por la que atraviesa España ha disparado el paro, ha llevado a miles de empresas a echar el cierre y ha obligado al Gobierno a apretarse con fuerza el cinturón para controlar el gasto. Sin embargo, según se encarga de recordar con frecuencia el Ejecutivo, al mismo tiempo ha ayudado a corregir algunos de los desequilibrios que debilitaban a la economía española como el excesivo peso de la construcción, la falta de productividad o el desajuste de la balanza exterior. Aunque ahí no acaban sus efectos secundarios, ya que la crisis no solo ha permitido mejorar aspectos tan teóricos como estos, sino que también ha llevado a muchos españoles a reducir algunos hábitos no del todo saludables por mera economía de subsistencia.
Por este motivo, los consumidores han optado por beber y fumar menos. Y esto se está notando en la cuenta de resultados de grandes multinacionales del sector como Diageo, por el lado de las bebidas alcohólicas, y Phillip Morris, por el del tabaco. Las dos compañías han presentado esta semana sus resultados de 2010 y, en ambos casos, España aparece destacado en rojo en sus presentaciones.

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                                                        Un tercio de los jóvenes españoles ...


 

jueves, 3 de febrero de 2011

"Estoy dispuesta a irme a Alemania, por supuesto"

Kommen Sie nach Deutschland! (aunque solo si  entiendes alemán)

 

Fuentes de La Moncloa aseguran que la emigración de licenciados españoles a Alemania no figura en la agenda de la cumbre de hoy, aunque reconocen que ha habido "declaraciones contradictorias" al respecto. En efecto, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Valeriano Gómez, admitió el pasado domingo, en declaraciones a la cadena SER, que hablará con su homólogo germano de "ordenar un programa" que permita la estancia en Alemania de jóvenes españoles con alta cualificación, con el objetivo de que acceda a "una primera experiencia laboral", y posteriormente regresen a España.

El asunto es delicado pues evoca la masiva emigración española a Alemania en los años 50 y 60 del pasado siglo y abre una peligrosa espita a la fuga de cerebros. Quizá por eso, Gómez no aclaró que el programa ya está en marcha, desde el 27 de enero, gracias a un acuerdo de colaboración entre los servicios públicos de empleo de España y Alemania a través de la red europea Eures, que fomenta la libre circulación de trabajadores.

Emigración cualificada
Se trata, según explica la página web de Embajada alemana en Madrid, de "un proyecto encaminado al reclutamiento de personal cualificado español para trabajar en Alemania para los sectores de sanidad, ingeniería, docencia, hostelería y turismo".
La embajada no detalla cuántos empleos se ofertan, pero el catálogo de Eures incluye 269.436 puestos vacantes en Alemania. Por su parte, el Instituto Alemán de Economía estima que su país necesita 500.000 trabajadores inmigrantes al año para mantener su actual nivel de crecimiento (3,6% del PIB en 2010), mientras que la Asociación de Ingenieros Alemanes cifra en 48.000 los empleos sin cubrir en su especialidad.
Lo que la Embajada alemana en Madrid sí aclara es que, para poder acogerse a este programa, es imprescindible poseer "como mínimo un nivel intermedio de alemán", lo que reduce drásticamente la bolsa de potenciales candidatos.
Con un desempleo de solo el 7,4% frente al 20,2% de España -que llega hasta el 42,8% entre los jóvenes-, la tentación de emigrar a Alemania es muy alta. Pero los ciudadanos españoles, como los de la mayoría de países de la UE, ya tienen derecho a trabajar en Alemania, incluso sin conocer el idioma, siempre que alguien les ofrezca un empleo. Lo que no se puede garantizar es que algún día regresen. Dependerá de que en su propio país tengan una oferta mejor.