viernes, 29 de abril de 2011

El paro español triplica al alemán

El deterioro del mercado laboral
El desempleo germano cae al mínimo desde la unificación (7,1%), mientras España roza los cinco millones de parados con un nuevo récord histórico

Una historia reciente de sobreendeudamiento, burbuja inmobiliaria y de excesos contra un pasado inmediato de cuidar a la industria, de competitividad y austeridad. Todo resumen es una exageración, pero la economía española está en medio de una década peligrosa, mientras que la alemana está viviendo una crisis muy productiva. Alemania presentó ayer unos datos de desempleo tajantes: el paro bajó de los tres millones de personas (en un país de más de 80 millones de habitantes) por primera vez en los últimos 19 años. La tasa de paro cayó al mínimo desde la reunificación, al 7,1%, mientras el desempleo español afecta a casi cinco millones de personas (4.910.200), lo que supone un 21,29% de la población activa, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Estadística, con lo que prácticamente triplica ya el alemán, aunque partía del mismo nivel al inicio de la crisis.
Los mercados de trabajo de España y Alemania simbolizan de alguna manera la divergencia creciente entre el centro y el norte de Europa, que han salido de la crisis con fuerza, y la periferia, inmersa en severos problemas fiscales y con una recuperación lenta, frágil y cada vez más complicada por la subida de los tipos de interés del BCE. Alemania llegó bien equipada a la crisis: hizo profundas reformas en el mercado laboral, la sanidad y las pensiones hace ya más de 10 años -que le costaron el Gobierno al socialdemócrata Gerhard Schröder-, y ha salido del túnel gracias al fenomenal potencial exportador de su industria, que ha encontrado en los mercados emergentes demanda para sus productos.
La economía alemana sufrió un fuerte revés en 2009 -cayó el 4,7%-, pero el año pasado creció al 3,5%, y tanto este año como el próximo los incrementos se situarán holgadamente por encima del 2%. El Bundesbank -el banco central- consideraba en su último informe que "las tendencias positivas fundamentales proseguirán en los próximos meses", y eso se deja notar en el mercado de trabajo, que está batiendo todas las previsiones: solo en abril Alemania creó 37.000 empleos, y las expectativas es que esa tónica continúe por el fuerte tirón de la industria del automóvil.
El contraste con los datos del mercado laboral en España es demoledor. La Encuesta de Población Activa que se presentado hoy sitúa la tasa de paro en el 21,29%. La vicepresidenta Elena Salgado ayer ya hablaba de unas cifras "inasumibles" para España. La última encuesta situaba el número de parados rozando los 4,7 millones, aunque ni Salgado ni el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, contemplan que se alcance el listón de los cinco millones de parados durante este año. El desempleo español no admite comparación con el de ningún otro país desarrollado: las últimas cifras de la OCDE daban un 6,3% para Alemania en febrero, frente al 8,9% de Estados Unidos, una media europea del 9,9% y el 20,5% español.
El principal elemento diferenciador es que Alemania no tuvo una burbuja en la construcción, un sector que se ha llevado un millón de empleos. Pero a esa superburbuja de la vivienda y de endeudamiento privado hay que añadir otros dos factores: "Alemania tuvo la habilidad de poner en marcha medidas para amortiguar la caída del empleo en la industria, y ha mantenido bajo control los costes laborales durante una década", explica Josep Oliver, catedrático de la Autónoma de Barcelona. "Además, en 2008 y 2009 en España aún entraron 700.000 personas en el mercado de trabajo, en buena parte por la inercia de la inmigración de los últimos años", destaca.
Charles Wyplosz, del Graduate Institute de Ginebra, añade que España, a pesar de los últimos cambios, "no ha reformado todo lo que debía su rígido mercado laboral: durante los años del boom la tasa de paro bajó notablemente, pero básicamente con empleo temporal. Cuando la crisis llegó, esos empleos temporales no se renovaron, y el desempleo volvió a despegar. Y no estoy convencido de que se haya aprendido la lección".
El futuro tampoco parece demasiado prometedor: el Gobierno prevé que la economía empiece a crear empleo a final de año, aunque el empleo perdido desde que se inició la destrucción de puestos de trabajo en 2007 -cuando el paro alemán era incluso algo superior al español- no se recuperará hasta 2017, según las previsiones de los expertos. El propio Gobierno contempla en sus previsiones para los próximos años solo una tímida recuperación del mercado laboral.
¿Por qué hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo valora los datos del desempleo en España? ¿Cree que hemos tocado fondo o se seguirá destruyendo empleo en los próximos trimestres? ¿Es el momento de salir al extrajero a buscar trabajo?


miércoles, 27 de abril de 2011

El número de españoles en el extranjero crece

El padrón de ciudadanos que residen en otros países aumentó en 128.655 personas (el 8,2% en un año) favorecido por la crisis y las nacionalizaciones en Cuba y Argentina

El número de personas con nacionalidad española que residen en el extranjero ha aumentado el 8,2% en tan solo un año. Dos causas se apuntan como posible explicación para este notable aumento: la emigración de españoles por la crisis (a Alemania, Estados Unidos, Brasil, Reino Unido...) y la nacionalización de ciudadanos extranjeros, en especial de dos países, Argentina y Cuba. Según los datos ofrecidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 1.702.778 españoles vivían fuera de su país a fecha 1 de enero de 2011.
Argentina (con 245.861), Francia (con 189.909), Venezuela (con 173.456) y Alemania (con 108.469) son los países en los que residen un mayor número de españoles. De hecho, Argentina ha sido el país que ha registrado un mayor incremento interanual en el número de españoles viviendo bajo sus fronteras,  seguida de Cuba. Justamente en este último país es donde se ha producido la variación relativa más elevada. Esto podría explicarse por la Ley de Memoria Histórica adoptada por el Gobierno de Zapatero que facilitaba la obtención de la nacionalidad española a los nietos de emigrantes. Destacan por ello también los aumentos en países como México o Venezuela.
La crisis también podría haber sido un factor relevante que ha llevado a los españoles a emigrar en busca de trabajo. Así, economías emergentes como Brasil  han registrado un fuerte aumento en el número de españoles, con 10.071 personas más. Estados Unidos (6.765 personas más), Francia (6.632 más), Reino Unido (3.949 más) y Alemania (2.553 más) han sido otras de las potencias industriales a donde los españoles han acudido más.
Por sexos, el 51,1% de los españoles que viven fuera son mujeres, mientras que el 48,9% varones. Por lugar de nacimiento el 37,6% nacieron en España, el 56,8% en el país donde reside y el 4,8% en otros países. En cuanto a la edad, el 61,9% de los inscritos tiene entre 16 y 64 años, el 23,7% 65 o más y el 14,3% menos de 16 años.